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Sin perder el Norte . Portinaxt

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«Nadie viene a Portinax…» , me decía una amiga que hace poco se mudó al apto de arriba. En invierno no hay nadie. Parece el fin del mundo para la gente de Ibiza. Lo era. Quizá por eso se salva de la masificación y los estragos del marketing. Ahora, PORTINAXT SE MUEVE. Hay que hacerlo bien.

La zona entera de Sant Joan es preciosa y el rincón favorito de los hippies de antaño. Suelo encontrarme con una abuelita de noventa y tantos con su corona de flores en el pelo y una actitud muy disfrutona. Vestida exactamente como en los 70’s. Da gusto ver q no todos se hicieron yupies en los 80’s.  

Las calitas encantadoras del norte, Cala Xarraca, Cala Xuclar, Es caló de s’illa, que son las más conocidas y estupendas si no se llenan muchísimo. Cuando hay mucha gente simplemente no se disfruta. Son mini playas entre costa rocosa llena de cuevas y cosas que ver. Recorrerlo en barco es toda una aventura. El agua es asombrosamente clara y limpia, por la posidonia oceanica y porque particularmente en estas playas no se realiza ningún vertido. Escuché hace poco que organizan grupos para dar la vuelta a la isla en piragua

Otra ruta interesante es el tremendo paseo hasta el faro de Portinax, caminando desde la calita pequeña del final, pasado el pueblo. Hay que cruzar un bosquecillo pequeño y luego lanzarse entre las hermosas rocas del acantilado, bajas hasta el mar, y si quieres llegar al faro, hay que volver a subir, y contar con el recorrido de vuelta. Es una buena caminata, hay algunas flechas pintadas en piedras para indicar el camino. Yo no pude alcanzar el faro porque se me hacía de noche , pero la próxima vez no fallo. Las vistas son fenomenales. Es la zona más verde de la isla, y la menos explotada. La zona comprendida desde Cala Sant Vicent hasta Sant Joan, se puede describir como ‘el pulmón de Ibiza’. 

Hay otras calas, más secretas y con difícil acceso, que son las que me encantan. Muy chiquitinas, de roca, con las cabañas de madera con raíles donde guardan el barco los pescadores. Esas. Es otra manera de ir a la playa, sin arena de por medio y sin chiringo ni ‘photocall‘. Te tiene que gustar estar dentro del mar. C’est fantastique! Moon Beach y cala Serra. Pero no se lo digáis a nadie. «Ya no hay lugares secretos en Ibiza» me decía un amigo en el restaurante S’illot des Rencli , donde se come muy bien . Tanto el enclave, como la calidad de la cocina y el servicio, son una de esas joyas puramente payesas que esperamos que nunca se convierta en «beach club». 

La oferta gastronómica crece en Portinax. Abrirán este verano un restaurante nuevo, de propietarios holandeses, que está causando mucha expectación. Se va a llamar «Los Enamorados»

También tenemos «Can Romeo» , recientemente abierto. Con tapas y pinchos buenísimos, y un tiramisu casero de postre que te dan ganas de levitar.

Como veis, mucho amor para dar y tomar. Viva Portinax. 

Javiera Figueroa

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